jueves, 31 de julio de 2008

entrevistadoras entravistadas

Hace un tiempo de la red Semlac nos hicieron una entrevista a raiz de nuestra militancia lesbiana feminista. No sabemos si hoy diriamos lo mismo pero quizás sostendríamos algo parecido. Aqui va para que al disfruten! 1 Las publicaciones de internet referido a la temática lésbica, es seguir en el closet? Acá debo decir que para mí internet es una herramienta, pero es también un espacio en el que se generan, no solo contenidos, sino dinámicas propias. A las que considero como no suficientes, pero sí necesarias. Es cierto, mucha gente -sobre todo hacia el fin de su edad económicamente activa y de bajos recursos- está por fuera del submundo creado en la red. Sin embargo, es cierto, se que generan comunidades que muchas veces tienen pautas de conducta distintas a las externas. En un blog unx puede, incluso adoptar una personalidad que no es la propia o no es la que se expresa en la vida real. Para quienes vivien una vida real con poca o nula contención, o con parámetros de conducta incumplibles directamente, o, por ejemplo, son muy chiccxs, o no quieren que el pueblo se entere, internet brinda, para mí, dos cosas: anonimato y contención. Y para mí, decir en un blog que no sos heterosexual o que quizá no lo seas, es una forma de salir del clóset. Es un primer paso, es de una manera casi aislada, mucha gente que lo lea, quizá ni sepa quién sos, pero de todas formas, en la red encontrás gente que. en la misma situación de anonimato (por lo menos en una primera instancia) te acompaña. Y quizá, incluso te lleve a tomar el valor para decirlo en el mundo real. Creo que el ir a buscar una revista como Baruyera a un kiosco o a una librería o a una organización es un paso que puedes er posterior. Y creo que ahí está la verdadera salida del clóset: la unión de tu identidad y tu materialidad con el mundo exterior, esperando o no la contención/aceptación. No me atrevería a decir que las publicaciones GLTTTBIQ que solo están en internet son closeteras. Sostener una revista en papel no es fácil, es un presupuesto mucho más grande, es otro tipo de trabajo. Ý, como dije antes, sí considero que una publicación, aunque sea online te puede abrir las puertas. Asimismo, creo que hay toda una parte de la población que vive en ciudades no tan grandes, en pueblos, que no tienen acceso a publicaciones que no sean las hegemónicas e internet brinda ese primer contacto con toda una cultura informativa y política distinta. Aunque, reitero, esto solo es la mitad del camino. Enfrentarse al mundo real sin el miedo muchas veces paralizante de la no aceptación, es el quid de la cuestión. 2 A tu criterio, cómo cubren los medios masivos las temáticas vinculadas LTTTBI? son correctos?, invisibilizan? Los medios masivos cubren lo que es "necesario" cubrir: los crímenes llamados pasionales, historias inauditas -como una pareja lesbiana que se hizo inseminación artificial y tuvieron sextillizos-, situaciones eróticas entre personas del mismo género, vistas desde el deseo estereotipado del varón -varón como una representación, como un tipo ideal, no como la individualidad real de una persona-, etc, y desde la óptica siempre presente de lo que vende. No vende, salvo en programas de documentales, la vida real de quienes no somos heterosexuales. No vende una travesti que tiene más de 30 años o que no quiere prostituirse o, incluso, que no quiere ser mujer, sino travesti. Vende Florencia de la V que ha hecho lo imposible por adoptar el cuerpo de una mujer que sólo existe en el imaginario colectivo de lo que gusta a un varón, nada más alejado del cuerpo real de las mujeres. Una pareja de homosexuales que no sean ricos o no estén feminizados tampoco vende. Ni hablar de una chica bisexual que no adopte el rol de ninfómana. Simplemente, la realidad queda por fuera. Se refuerzan los estereotipos, los roles asignados. Se genera un proceso de naturalización de la marginación -tanto desde lo económico como desde lo moral-, por un lado, y del esplendor y la fama y la perfección por otro (una lesbiana puede acostarse con mujeres, ¡vestirse bien igual! es un discurso sumamente legitimado por los medios). Los medios de comunicación, incluso aquellos que se suponen novedosos, amplios y libres de prejuicios, refuerzan estructuras patriarcales, mitos, roles, estereotipos. No son necesariamente asimilacionistas. Pero sí toman la aceptación de la diversidad como algo casi revolucionario cuando, en realidad, es algo de lo más conservador y enconrsetador. Se puede ser diferente para el Grupo Clarín, para La Nación, para todos los talk shows del mundo, incluso, para una telenovela, pero siempre se es diferente dentro de estos parámetros que la cultura heteropatriarcal va marcando. 3 Partiendo de que Baruyera es tbn "militancia", ( sabiendo de la movida organizada el 17 de mayo) qué es y qué impacto social tiene la acción: "Exigimos y nos manifestamos por los Días contra la Heterosexualidad Obligatoria ?? Cómo medir el impacto social de una acción callejera, no lo se y probablemente no lo sepa. Sin embargo, sí sabemos que, así como sacar la revista en papel constituye una permanente salida del clóset, salir a la calle, también. Para nosotras no es sólo el 17 de mayo o el 28 de junio, ir y poner la bandera, armar la mesa y tomar mate. Es la forma y el marco en el que se hacen las cosas. Para nosotras, la experiencia del 17 de mayo fue muy rara. Estábamos en la esquina de la Facultad de Medicina de Buenos Aires, a una cuadra de Sociología y de la sede Córdoba de Económicas. No esperábamos la panacea de la aceptación, pero tampoco que nos ignoraran. De la gente de Medicina no podríamos haber tenido peor respuesta. Nadie nos aceptó los volantes. Pero sí todxs se quedaron mirando que había una bandera naranja que decía lesbiana. Lesbiana no es una palabra amigable, ni pretende serlo. No decimos que somos GLTTTBIQ. Decimos que somos lesbianas feministas, lo que marca una ruptura no solo en la cama, sino en el espacio público, en lo político. Verbigracia, marca una ruptura con quien está leyendo "una tromba lesbiana feminista". Elegimos marcar esa ruptura. Nos gusta disentir sexual y políticamente y exponer esa disidencia. ¿Por qué? ¿Para qué? Porque creemos que sólo mostrándonos de maneras no usuales -nosotras no accedemos al gran generador de contenidos que es el espacio televisivo- usando esténciles, remeras, banderas, podemos generar un cuestionamiento al sistema heteronormativo y patriarcal. El para qué: eso es distinto para cada una de las personas que estamos en la revista. Para mí, para vivir en un mundo en el que se pueda elegir sin condicionamientos (ni culturales ni materiales) con quién pasar una noche, construir una vida, cómo hacerlo y demás. Un mundo donde la hegemonía no la marque la ni Ideas del Sur ni Ona Saez, sino, que cada persona construya su propia escala de valores y deseos.

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