lunes, 29 de junio de 2009

Plebiscito disidente

Ayer domingo, algunas fuimos a votar a las escuelas, otras no fuimos por decisión o por olvido, pero todas, todas votamos en parque centenario nuestra posición respecto a la heterosexualidad obligatoria (ojo, no soy tan pedante de creer que tal vez alguna se escabulló de la parodia y no dio su voto, pero igual lxs votantes fuimos abrumadora mayoría).
La urna "un poco navideña" para algunas por los colores con que estaba decorada (para su confección reciclamos pancartas en desuso) tenía una apariencia amenazadora, con sus dientes filosos a la vista, pero para el lado de afuera, por lo que a nadie que se animara a introducir su declaración de principios harían daño. Buena metáfora la de los dientes para pensar cómo desde la convencionalidad nos pintan eso de desafiar las normas heterocapitalistas. Acción improvisada y armada durante el viaje en colectivo desde villa pueyrredon hasta parque centenario (allí entre varias terminamos, se trató más bien de un plebiscito. "heterosexualidad obligatoria: ( ) a favor ( ) en contra ( ) nulo" decían las papeletas. La cantidad de posiciones "en contra" de la heterosexualidad obligatoria fue entre 5 y 6 veces mayor que la de posiciones "a favor" (las huestes fundamentalistas siempre se las ingenian para interferir en las acciones liberatorias. Está en nosotrxs el saber y el poder para anular sus intervenciones fascistas).
Todo esto, a mi modo de ver, fue una gran parodia en la que es necesario ponderar la ironía y el compromiso. Promovimos el voto cantado, porque posicionarse frente a la heterosexualidad no es una cuestión de closet; para lxs más entusiastas detractorxs de este régimen de opresión, estuvo permitido votar dos veces, y también pudo dar su opinión (voz y voto) un niño. Saquen ustedes sus conclusiones. En cuanto a la convocada "marcha lésbica más insignificante del mundo", puedo decir que fue un éxito total. De tan insignificante, hasta las organizadoras y quienes estaban deseosas de dar la vuelta al parque ante incrédulas miradas se olvidaron de hacerlo. Esto, por supuesto, no restó nada de fuerza, contenido, alegría, potencia tortillera, a la intervención "a propósito de la efeméride". Y a mí, que ya no me queda ni un pelo de la cresta dentro del clóset, decidí sacar del armario a todas mis remeras y hacer con ellas una exposición pública... auténtico caso de trapitos al sol. Eso sí, la prensa tortillera allí presente no pudo dejar de participar activamente y no sacó ni una foto. Está en ustedes, amigas y no tanto, creer o no en la veracidad de este relato. sonia

1 comentario:

Ale× dijo...

siguen abiertos los comicios?
me gustaría emitir mi sufragio en contra
harían esta salvedad a un vecino de pque chas?
merci, baruyerxs!