El sábado 3 y el domingo 4 de mayo se desarrolló, en la ciudad de Rosario, elPrimer Encuentro Nacional de Mujeres Lesbianas y Bisexuales. Llegamos a las 9amal edificio de la Facultad de Ciencias Exactas de la universidad pública,donde se desarrollaban las actividades programadas. A esa hora ya había unacuanta gente, mujeres que se inscribían y paseaban por los puestos de la feriaque, puertas adentro en la planta baja, funcionó durante los dos días del encuentro.
Nosotras preferimos la calle: Baruyeras y Fugitivas del Desierto -cómplices ycompañeras- armamos en la vereda una mesa donde exponer nuestras revistas yproducciones y los materiales de las chicas de Neuquén. Como no somos de estospagos, pedimos ayuda para conseguir mesa, banco y biombo a un compañero delCentro de Estudiantes que estaba en la facultad, estudiando Análisis 2 (comocorresponde, nos encargamos de devolver todos esos muebles a sus respectivoslugares el sábado a la noche y el domingo antes de irnos). Tambiénintercambiamos información, mates, facturas, cinta adhesiva, etc. concompañeroas de Carne Clasista, que tenían una mesita en la puerta de laFacultad y con unas cuantas mujeres de Las Rojas. A esta "externidad" , se fueron sumando otras gentes como Las Diversas deSanta Fe y algunas compañeras feministas y lesbianas independientes.
Estuvimos desde temprano en la calle, haciendo esténciles en las remeras(pegamos en el piso un gran cuadrado de papel, para que la ropa no se manchara.Con el correr del tiempo, ocupamos ese cuadrilátero como una marca espacial devisibili/nombrabili dad lesbiana). Colgamos nuestras banderas en las barandas dela rampa de acceso a la facu: negro, violeta y naranja, ¡a prueba de distraidxsy/o desatentxs! Muchas de las mujeres de todas las edades que se acercaron a lamesa dijeron que encontraron el lugar por nuestras banderas: preferimos lacalle -de la misma manera que editamos Baruyera en papel- porque no nosconformamos con ocupar el espacio público virtual, no nos conformamos contener un Encuentro Nacional Lésbico, si es un encuentro secreto... o discreto.
Quisimos que toda la ciudad se enterara de lo que allí estaba ocurriendo.Hicimos visibilidad: "lesbianas en todas partes" quedó pintado conel violeta feminista en las paredes y en las calles, denunciando que en esafacultad (como en todas) hay muchísimas lesbianas que viven bajo la opresióndel heterosexismo. "Lesbianas en todas partes", unllamado/reivindicac ión para las lesbianas que no fueron al encuentro, o lasque no se animaron a entrar. Las que pasaban por la puerta tímidamente yseguían de largo con un nudo en la garganta. Las que se sienten enfermas,sucias, despojadas. Visibilidad, para que se sepa: ¡no están solas!"LESBIANAS EN TODAS PARTES", las 24 hs. del día y todos los díasdel año.
Conviene reflexionar en por qué es necesario que nos vengamos desde el norte odesde el sur para encontrarnos con "pares". Eso no sucede en laheterosexualidad: ¿Será que la heterosexualidad es un perfecto régimenpolítico que garantiza un orden económico basado en la reproducción,monogámico y católico? ¿Y que las lesbianas desafiamos ese orden tan sólocon nuestra existencia? También pensar en ¿por qué las lesbianas tenemosmiedo de decir que lo somos en el trabajo? ¿Será porque si nuestro jefe se dacuenta de que no estamos esperando que nos mire el culo -porque él no nosinteresa para nada- nos echarían? Las lesbianas somos lo NO DISPONIBLE. Eso esuna imperdonable.
La visibilidad es la respuesta combativa a la vergüenza que nos impone lasociedad sobre nuestros deseos. Nosotras le pusimos el cuerpo, y la cara, aRosario, estuvimos en la calle, riéndonos, cantando, mostrando que somoslesbianas feministas, combativas y disidentes, y estamos orgullosas de todoeso.
A la tarde, hubo una mesa de presentación de agrupaciones, en la queparticipamos, un poco confundidas, ya que esperábamos que fuera una actividadaglutinadora, donde las agrupaciones se presentaran a todas las participantes.Bueno, no: se trató de un taller, donde las agrupaciones se presentaban entreellas, y ni siquiera hubo tiempo para intercambiar opiniones: simplemente decirquién es, qué hace cada cual. Allí nos presentamos, entre otras, las chicasde Brandon, Vox, Ovejas Negras, La Fulana , Las Diversas, Las Safinas, Malascomo las Arañas, Cero en Conducta y lala Revuelta -que se presentó comoagrupación feminista donde hay heterosexuales, bisexuales, lesbianas, y“sexualidad otra”- y se acercan a estas temáticas “desde lainvestigación”, dicen con su mejor intención. Fue muy raro… ¿Por quélas lesbianas somos materia “investigable”? Debemos decir que esaintervención nos disparó muchos pensamientos. Sabemos que sonuna agrupación muy comprometida con los derechos de las mujeres, nosencontramos en muchas luchas, pero esta vez era como de repente tener unajunta de médicos enfrente que nos escuchaban para estudiarnos. Quizás un“baño de realidad” y la medida de estricta del lugar en que las lesbianasnos “encontramos” como colectivo frente a otros colectivos. Nosotras nospreguntamos si queremos ese lugar.
Justamente de esta actividad sale la foto que publicó el diario Clarín, en unminiespacio, donde aparecen 4 o 5 chicas, sentadas en una mesa, de lejos,borrosa: ¡que pena! La gente que vea esta cobertura del encuentro va a pensarque las lesbianas somos 10 en toda la Argentina, que las lesbianas nosencontramos para sentarnos alrededor de una mesa a charlar, que las lesbianasnos escondemos en un aula.
La marcha, que estaba programada para las 19hs del sábado, se demoró.Mientras la vereda se iba llenando de chicas que salían por primera vez en eldía de la facultad, las chicas de La Revuelta nos pidieron testimonio para la investigación que están llevando a cabo,justo despues que habiamos debatido eltema que tanto nos movilizó durante el taller y que no pudimos expresar allípor "falta de tiempo". Respondimos que, junto con otrasagrupaciones, habíamos decidido no dar testimonio para equipos deinvestigación: no queremos ser objetos del conocimiento, queremos ser sujetascon voz propia.
Mientras oscurecía mas rápido que lento, y esperábamos, Potencia Tortillera(que aglutina a muchas de nosotras)y otras lesbianas independientes cortamos lacalle: empezamos a cantar(nos), a concentrarnos, a energizarnos. De a poco másmujeres coparon la vereda, y luego, por fin, la calle.
La filiación con el movimiento feminista se materializó en las consignas delos versos: en seguida se escucharon consignas a favor de la legalización delaborto. Es cierto que muchas de las que allí estamos somos feministas yluchamos por esta causa. Sin embargo, ¡¿lesbianas reclamando por el derechoal aborto en un encuentro de Lesbianas?! Está bien como metáfora: el abortocomo acto de apropiación de nuestro cuerpo, bueno, si, claro. Pero en las vidas lesbianas pesan mas las tecnologías de expropiación- colonización quetienen que ver con las sensaciones que nos imponen: la vergüenza por nuestrosdeseos que se significan como enfermedad y se diagnostica: "disforia degénero", " perversión", "psicopatía", la constantepresunción heterosexual. .. Y a medida que la marcha avanzaba (sí, por finlas organizadoras bajaron la bandera, y tocó la Lesbianbanda , y allá nosfuimos…), con un poco de creatividad pudimos transformar loscantos hetero-feministas en consignas propias, y “aborto legal en elhospital” se convirtió en “closet nunca mas” (x 2); al “que macana quemacana” le fuimos agregando “tu esposa se va a hacer lesbiana” (frente ala catedral, para estupor del novio trajeado, y lxs invitadxs a la boda…),“tu hermana se va a hacer lesbiana”, y también “tu esposa se acuesta contu hermana”, que -como todo el mundo sabe- es algo que siempre puede pasar.“Que nunca me pase, y toco madera, no quiero ser nunca lesbiana closetera”.Nuestras consignas quedaron plasmadas en las paredes de toda la ciudad. Lasmarcas de nuestras felicidades y nuestro orgullo: trolas, lesbiana y orgullosa,Potencia Tortillera, Baruyera, lesbianas todos los días del año.
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